La verdad está en el medio. La segunda violación después de una violación

Muchas veces no nos damos cuenta de que nuestra reacción podría mejorar o empeorar la sensación que queda en un@ víctima tras una experiencia de violación. L@s amig@s, conocid@s, padres, parejas pueden empeorar los efectos de esta experiencia hasta hacerla casi insoportable.

Much@s todavía piensan que los agresores son desconocid@s, que consuman la violación con la amenaza de un arma y que van a dejar en la mujer u hombre agredid@, marcas de violencia.

Pero la verdad es que el 85% de las violaciones son perpetradas por conocid@s de las víctimas. Y que las violaciones son sin armas. En estos casos, las únicas armas que se utilizan son la confianza, el cariño que siente por el agresor, la manipulación, o drogas como Rohypnol. Esta es una droga conocida en EEUU como “the date rape drug”, la droga de la violación, muy difícil de detectar, insípida e inodora como el agua, que en un mínimo de 24 horas no deja rastro en el cuerpo humano. Bajo sus efectos, la víctima no se da cuenta de lo que pasa, se siente mareada, débil, sin defensas, y después no consigue recordar nada, o sólo vagamente.

Muchas veces l@s amig@s de las víctimas también conocen al agresor. Para la víctima, eso puede complicar mucho las cosas. Y para l@s amig@s también es algo a lo que hay que enfrentarse. En una violación no hay términos medios. El agresor lo ha hecho o no lo ha hecho: no es posible violar a alguien sólo un poquito. Violar a alguien no es sólo una penetración sin consentimiento, sino también un tocamiento no deseado. Esto sigue siendo una agresión aunque la victima no haya opuesto resistencia, haya tomado drogas o haya bebido. Y l@s demás, los padres, l@s amig@s, l@s parejas, tienen que apoyar.

La víctima no necesita que agredas al violador o que lo ignores, ni tampoco que interrogues. De nada sirven preguntas como: ¿por qué no te has defendido?, ¿por qué no has gritado? Ya sabemos que la mayoría de los agresores son conocidos. Por eso es más difícil gritar o hacerles daño. Esto significa que tenemos que aprender qué hacer ante estas situaciones, pero la culpa sigue siendo del agresor y no de la víctima.
Como amig@, no puedes ser imparcial: aunque el agresor no te haya hecho daño, ha hecho daño a tu amig@ y tu amig@ necesita saber que crees lo que dice y que no estás buscando la versión del agresor para aclarar los hechos. En estos momentos tu amig@ no necesita que seas policía ni juez: sólo que seas un/a amig@, y que le seas fiel.

El agresor ya tiene amig@s que l@ ayudarán. Ya hay bastantes personas que no van creer al agredid@. Ella o el necesita todo tu apoyo, necesita que escuches. Si de verdad quieres ayudar puedes informarte sobre el tema. ¿Podrías ayudar a alguien sin saber cómo, sólo por lo que piensas que está bien?

Claro que todo es mas difícil si la víctima está bastante confundid@ sobre lo que ha pasado. Pero esta confusión ya es una prueba: no hay confusión si todo se desarrolla conscientemente. Este es el problema con el date rape drug: a veces, la víctima no puede acordarse de casi nada. Pero ya desde el principio tienes que aclarar su confusión y preguntarle si piensa que se trataba de una violación, si cree que han puesto drogas en su bebida. Es triste y suspicaz, pero realmente esto pasa, y es mejor estar preparad@.

En el caso de la violencia doméstica de género, cuando tu amig@ lleva tanto tiempo contándote o quejándose de lo mismo, la única cosa que insistes en decir es “déjalo, deja a esta persona, no te merece”. Piensas que tus palabras van ayudarl@, estás cansad@ y sólo quieres que lo deje. Pero lo único que estas haciendo es cortar la conexión. La víctima se sentirá más estúpid@ y culpable, y tendrá más miedo de confiar en ti. ¿Cómo puedes ayudarl@ si no puede confiar en ti? Es penoso que, a veces, como amig@s, padres, etc. sólo podamos escuchar de brazos cruzados.

Si la violación tiene lugar en un grupo definido como una comunidad, ¿qué podemos hacer? Como grupo es necesario tener claro cómo reaccionar si alguien lo denuncia. Para estos casos, la simple denuncia de una violación debería provocar la reacción inmediata del grupo, pero en la práctica existe la idea de que cada situación es distinta, y de que una denuncia podría ser usada a veces como venganza personal. Pero la verdad es que, en la práctica, casi nadie denuncia una violación sin haberla sufrido: hablar sobre ella es desnudarse y revivirla. En esta situación, las discusiones en la asamblea pueden llegar a ser, para la víctima de una agresión sexual, más traumáticas que la propia agresión. Tiene que luchar para que l@ crean y sentirse de nuevo humillad@, suci@, desnud@ y perdid@.

A much@s les cuesta vencer la tentación de ser imparciales, no pueden creer que su amig@ ha hecho eso, y que l@s agresor@s no son un mito. En el caso de los hombres, a menudo se sienten tan atacados o culpables cuando una persona les cuenta su violación, que no pueden o no quieren reaccionar apoyándo. Tod@s pueden pensar que la chica tiene parte de culpa, que coqueteó con él, que vestía demasiado sexy o lo que sea. Puede que estén esperando mediar en un diálogo entre la víctima y el agresor para que tod@s puedan seguir como si nunca hubiera pasado nada. Pero la realidad es que ante una violación la verdad nunca está en medio, sino en un extremo. Tienes que tomar tu posición y, si te cuesta, infórmate.

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